Con la llegada del calor y las altas temperaturas resulta difícil pensar en el hecho de contraer un catarro. Las ganas de irnos de vacaciones para poder desconectar y pasar unos días repletos de planes con la familia y amigos hacen que temamos, más quizás que en ninguna otra época del año, los resfriados, gripes y demás virus tan habituales en otoño e invierno. Si en tu caso un picor de garganta, tos o mucosidad han hecho acto de presencia de forma inesperada, en este artículo queremos aportar la información necesaria para que puedas cuidarte, prevenir y estar a salvo de los conocidos resfriados de verano, muy comunes en estas fechas.
Al contrario de lo que una parte de la población cree, los resfriados en verano no presentan síntomas de mayor intensidad en esta época y presentan la misma facilidad de contagio que los resfriados ocasionados en invierno. Lo que sí suelen provocar son más inconvenientes al coincidir con vacaciones, viajes y más planes de los habituales durante el resto del año. Según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, hasta un 20% de la población de España padece algún tipo de resfriado en verano.
Causas del resfriado en verano
Los cambios bruscos de temperatura que se dan especialmente en verano, cuando la temperatura exterior es muy elevada, son la principal causa de irritación de las fosas nasales. Esta infección vírica de las vías respiratorias altas afecta principalmente a nariz y garganta, siendo los enterovirus los principales causantes de estos catarros. Al provocar una bajada de defensas en el sistema inmunitario, este queda más expuesto y los virus tienen una mayor facilidad para acceder al organismo. Entre las causas más comunes de los llamados “resfriados de verano”, encontramos:
- Mal uso del aire acondicionado. Los expertos recomiendan que no haya más de 10 grados de diferencia al pasar de un local climatizado a la calle. Por este motivo conviene mantener la temperatura del aire acondicionado por encima de los 20º, siendo 23 o 24º lo recomendado. Aunque ciertamente no es tan fácil de controlar en la oficina o el transporte público, por ello es preciso llevar consigo una chaqueta para poder usarla en caso necesario. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirujía Torácica, hasta un 20% de los cuadros catarrales, de laringitis, faringitis o de los procesos bronquíticos que se producen en verano se producen a causa del uso inadecuado del aire acondicionado.
- Baños en la playa y piscina. Aunque son recomendados y muy agradables en verano, la realidad es que, permanecer con el cabello mojado y el bañador húmedo durante mucho tiempo, puede convertirnos en candidato a padecer el catarro estival.
- Los viajes en transporte público. La escasa renovación del aire dentro de un espacio cerrado y presurizado como puede ser el caso de un avión, puede provocar contagios de otros pasajeros. Algo que hoy en día se minimiza gracias al uso más extendido de la mascarilla.
Síntomas de los resfriados veraniegos
En los resfriados de verano los síntomas suelen ser más a nivel nasal que pulmonar, ya que estos últimos son síntomas más propios de los resfriados de otoño e invierno. Es por ese motivo que suelen alargarse un poco más. De una forma u otra, el resfriado estival no debe superar una semana o diez días de duración como máximo, considerando un par de días para la fase de incubación. Los síntomas más habituales son:
- Mucosidad o secreción nasal. Es de los primeros síntomas que se manifiestan en este tipo de catarro.
- Estornudos. Junto con la secreción nasal, los estornudos se dan en los primeros días del resfriado, algo que en ocasiones se puede confundir con los síntomas de la alergia.
- Sensación de sequedad o picor en la garganta.
- Tos y carraspeo.
- Sensación de fiebre. Aunque lo habitual en este tipo de resfriados es que no aumente la temperatura corporal más allá de los 37º o 37.5º, es normal tener sensación de acaloramiento o sudoración, que se intensifica por el efecto de las altas temperaturas en verano.
Independientemente del uso más adecuado del aire acondicionado para evitar los resfriados que ya hemos hablado anteriormente, es importante seguir algunas recomendaciones. Tomar determinadas medidas puede ayudar a evitar los temidos resfriados y que puedas disfrutar de un verano saludable:
- Mantén una buena hidratación. Toma al menos dos litros de agua al día y evita, en la medida de lo posible. las bebidas energéticas, café y alcohol.
- Evita las bebidas demasiado frías. El abuso de bebidas muy frías puede hacerte más vulnerable a los virus que provocan los resfriados.
- Duerme las horas recomendadas para un buen descanso e intenta hacer algo de reposo en la fase inicial del resfriado.
- Utiliza un humidificador o purificador de aire en casa o la oficina para mantener unos niveles adecuados de humedad, así las mucosas no se resecarán y ayudará a prevenir el resfriado.
- Ventila y refresca adecuadamente las estancias de la casa o la oficina. Puedes utilizar un bol grande con hielo en espacios no demasiado grandes para refrescar.
- Sigue una dieta equilibrada. Consume más cantidad de frutas y verduras de temporada. A través de la alimentación podrás ayudar a prevenir este tipo de resfriados, con un aporte equilibrado de nutrientes, hierro, zinc y vitamina C.
- Lávate las manos a menudo y usa pañuelos desechables.
- Evita compartir utensilios con alguien que está resfriado y limita el contacto.
- No fumes, ni cigarrillos convencionales ni electrónicos, puesto que ambos son perjudiciales.
Tratamiento de los catarros estivales: ¿cuándo acudir al médico?
En principio y siempre que no haya fiebre, dificultad respiratoria o dolor de oídos, no será necesario acudir al médico de familia. Es importante vigilar por si se intensifican los síntomas habituales del resfriado, o si se tiene fatiga o dolores musculares, por si estamos ante un caso de gripe u otro virus y en ese caso, sí sería necesario acudir a consulta médica.
El tratamiento en el caso que nos ocupa estará orientado a combatir los síntomas que provocan los catarros veraniegos. Aquí es preciso tener muy en cuenta que en estos casos, los antibióticos no serán eficaces. Un resfriado es una infección causada por virus y no por bacterias, por lo tanto existe medicación para aliviar los síntomas:
- Descongestionantes nasales.
- Mucolíticos y expectorantes.
- Antitusígenos.
- Analgésicos.
- Antitérmicos.
Muy frecuentemente se produce en los catarros estivales y con el abuso del aire acondicionado, la irritación de las cuerdas vocales, lo que afecta a la voz. Para que la irritación se cure lo antes posible y nos permita hablar con normalidad es importante beber mucha agua, evitar ambientes secos, así como los contrastes de temperatura. Cuando la disfonía permanezca más de una semana, será conveniente acudir a la consulta de atención primaria, para poner el tratamiento adecuado.